Laura + Björn
Por fin había llegado el gran día.
En Wiesbaden hacía un calor infernal, pero eso no frenaba las ganas de ver casarse a Laura y Björn, que ya habían tenido que reprogramar varias veces por culpa del COVID. Los invitados, habían venido desde Suiza, España, Francia, Argentina y Reino Unido para el evento.
Laura y Björn eran dos locos de la fotografía, y nos conocimos en Lucerna durante su sesión de compromiso. Pero esa es otra historia. Como no se podía sacar fotos mientras se preparaban por culpa de los protocolos, arrancamos directamente en la ceremonia civil, en el Altes Rathaus, un edificio viejo y majestuoso que parecía salido de una película (como todo Wiesbaden, dicho sea de paso).
Solo los novios, los testigos, el traductor y el fotógrafo podían entrar. Con máscaras FFP2, claro, y ese miedo constante de no poder laburar con libertad. Pero, por suerte, mis temores no tenían fundamento. El juez nos dejó hacer lo que quisiéramos, y la cosa fluyó como si nada. Hasta había un trípode con luces para sostener los celulares y transmitir la ceremonia en vivo a los invitados que estaban afuera.
Las ceremonias civiles y religiosas siempre son momentos en que las parejas se dan cuenta de lo que están haciendo, y esta no fue la excepción. Después de la civil, nos fuimos a Balthasar Ress - Weinbar & Vinothek, donde con unas copas y sonrisas, Laura y Björn brindaron por su felicidad. Después nos dimos una vuelta para sacar fotos por ahí. Aunque estábamos en el medio de la ciudad, encontramos lugares de película. Elegimos el Casino, en uno de los tantos parques. Una vez terminamos y descansamos un poco, fuimos a Villa im Tal, un lugar elegante y rodeado de naturaleza, en las colinas de Wiesbaden.
La bendición fue emocionante y divertida, sobre todo porque la ofició un amigo que le puso ganas, aunque todavía no sé si estaba bien entrenado en teología. ¡Ja, ja! Terminada la bendición, arrancó la fiesta. ¡Adiós formalidad! Comida increíble, baile y risas. Y para mi sorpresa, los alemanes resultaron ser cracks en eso de divertirse. 🎉 A propósito de la comida, todo estuvo de lujo, pero el pastel de bodas de Laura y Björn... ¡una torre de quesos! Sí, ¡quesos! Top 2 de mi vida!
Este día va a quedar en la memoria de todos los que estuvimos ahí (y en la mía también)!
No se pierdan estos proveedores excepcionales!
Ceremonia civil: Altes Rathaus.
Brindis: Balthasar Ress - Weinbar & Vinothek.
Recepción y fiesta: Villa im Tal.